Y hoy por el fin. Seis temporadas llegan a un final ya disponible en internet y, si se quiere disfrutar en "vivo", esta noche en cuatro con subtítulos, sí, con subtítulos pues no da tiempo a doblarlo a nuestro idioma si se pretende concluir la serie al mismo tiempo que en América.
Tras una historia llena de giros y más giros, con osos polares, los cuales sorprendieron al principio, una misteriosa nube asesina, una organización llamada Iniciativa Dharma, entre otros aspectos destacables que surgieron efecto si su pretensión era, que era, enganchar al telespectador, es difícil saber exactamente si queda algún cabo suelto. A pesar de ello nadie pone en duda la imagación y creatividad de sus creadores, que no son ni los directores ni los actores sino los guionistas, pese a que los anteriores, todo se ha dicho y reconocido, tienen gran parte de culpa del éxito cosechado.
Un gran número de personajes han ido apareciendo y desapareciendo com el señor Eco, Claire, la cual tuvo un gran descanso durante un par, o más, de temporadas, Juliet, el inolvidable Charlie o Daniel Rousseau. Ahora que la nombro, no pica la curiosidad saber el por qué de sus nombres, pues Rousseau, Locke, Hume o Sayid son nombres de grandes filósofos de nuestra historia o, en el caso del útlimo, antropólogos.
Curiosidades aparte, era hora de llegar al conocido "The End". Ya los guionistas quisieron zanjar el tema hace unas temporadas, por cuestiones mundanas no pudieron, y a pesar de que se aceptó en buena estima ello, la verdad, se ha hecho algo pesada de seguir hasta hoy. Pero la verdad es la verdad y con pocas otras series he disfrutado tanto. Así que, si me disculpáis, me voy a ver como termina y si os apetece ya os cuento otro día más.