Otro más


Atrás quedó la sana competición si alguna vez lo fue. Política e hipócritas sonrisas son hoy los jueces. ¿Eurovisión? Menuda farsa. Ello ya quedó bastante claro cuando fue Rodolfo Chikilicuatre. No es de extrañar, entonces, que nadie quiera ya participar, que los realmente buenos artistas ni se planteen ir pues perder ahí sería vergonzoso para ellos y las ventas son, y siempre serán, las ventas, que tan solo vayan tristes cantantes en busca de sus quince minutos de fama a menudo se conformándose con cinco, o lo que duré su canción. No, ya no es como los tiempos de Mocedades o Masiel, en un mundo tan globalizado un concurso tan enclenque se ha vuelto realmente insignificante.

Y de las canciones que escuchamos ¿qué quieren que les diga?, si por algo destacaron fue por su gran falta de imaginación e invención. Burdos imitadores que no admiten ser imitadores fingieron ser Madonna, James Blunt o Police, sobretodo en los dos últimos casos; curiosamente "Police" estuvo a punto de ganar. Pero no ganó, la vencedora fue Lena Meyer, representante de Alemania, con 19 años. Sacada de esos magníficos programas que "buscan" gente con talento. No tenía una gran voz, desde luego, y a favor suya está que su canción no recordase demasiado a ninguna otra. Tal vez la cosa esté cambiando, quien sabe. Les dejo con susodicha canción a ver que les parece.


1 comentari:

Sr. Amarillo ha dit...

Lo mismo de todos los años... Este año no lo he visto pero porque nisiquiera me lo planteo, lo veo una apología de la música cutre de bervena de pueblo...