Aromas.

Dadas las fechas los anuncios, más que nunca, se centran en ese deseo consumista del que no trataré hoy, al menos, directamente. Prefiero encargarme únicamente de los anuncios, con lo que ello conlleve, y concretamente de los anuncios de perfumes porque, en propia opinión, son los mejores trabajos de marketing que uno puede tener al alcance de la mano, junto a los de automóviles, claro, pero éstos son más continuos a lo largo del año.

Y es que los anuncios de perfume van dirigidos estrictamente a un tipo de persona: a los que quieren ser un tipo de persona, los que buscan definirse dentro del resto. Sobre todo a día de hoy. Para ello, ahora entenderán el por qué de mi elección, las compañías del sector disfrazan sus anuncios de aromas mismos, son aromas vendiendo aromas, una idea espectacular la suya. Y los llamo aroma en tanto que, como un olor que aparece junto a ti sin darte cuenta, sin verlo, te embelesan hasta el punto de llegar a reconocerlos sin caer en conocerlos. Como un aroma cualquiera. En ese entonces, en muchos entonces posteriores, tras el sutil encantamiento, reconocerán ese aroma cada vez que se acerque, sin necesidad de saber siquiera su nombre.

Claro está, no basta sólo con esto, es necesario un estilo, un buen estilo definitorio y reivindicativo, el estilo de una marca, que se ajusta, por necesidad, a sus consumidores. Lo cual en sí mismo no resulta fácil, aunque tampoco tan complicado si colaboran importantes y reconocidas actrices.

¿Por qué en estas fechas? Bueno, quizá por las continuas comidas familiares, por los actos ceremoniales sociales ineludibles que atender no de cualquier manera, quizá por esa, tan repetida, voluntad de empezar nueva vida con el año nuevo. No sabría decirles la verdad.

Les dejo este último vídeo sólo para contarles la siguiente anécdota, curiosidad más bien: La rubia es la biznieta de un tal Hemingway.

4 comentaris:

manuel ha dit...

Me parece especialmente asqueroso el primero, no sólo por ser descaradamente machista, ya que la chica dice ser una zorra en pocas palabras, pero no lo traducen, ya que eso le da ese toque de distinción, de mundo maravilloso e imaginario,donde se habla inglés, es decir, muy lejos de España.
Gran artículo, muy acertado

Andresito!! ha dit...

Yo aquí discrepo. Esta claro que el perfume va hacía un tipo concreto de personas pero, ¿acaso hay algún tipo de publicidad que no lo hace?

Anònim ha dit...

Uou, me ha encantado la entrada.

A mí tampoco me gusta el primero, el de la señorita Escarlata, pero en contra de Manuel no creo que ese sea machista, no al menos si lo comparas con la del último, la de la rubia esa (si Hemingway levantase la cabeza...), que solo quiere conseguir, sobre todas las cosas, un anillo del chico Million. ¿En serio? ¿por qué me venden glamour, lujo, éxito para terminar con un final feliz de cuento (matrimonio)? (...que el anillo está en el dedo correcto, claro)

En fin, quería aportar mi granito de arena a tu superentrada.

A reveure!

Anònim ha dit...

Manu, yo tampoco creo que el primero sea machista, es más coqueto que otra cosa. En España ponen la traducción subtitulada.
Buen hombre, tienes razón con la pregunta, pero los anuncios de perfume lo hacen de una forma digna de admirar. De ahí que lo haya hecho sobre estos.
Y si no considero al primero machista, tampoco puedo hacerlo con el tercero, si el otro era coqueto, éste adolescente. El cuento feliz es tenerlo todo, no sólo al chico guapo de la clase.
Falta decir que hay otra versión del de Jean Paul Gaultier, exactamente igual, sólo que el protagonista es el hombre, por el resto, nada cambia. Al igual que el de 212 VIP y el de Paco Rabanne. Dolce & Gabbana creo que no.