Ya les advierto, como buen traidor, que mi saber de Espronceda y su obra son propios y de nadie más. Este verano me dediqué plenamente, pero sin demasiada presteza, al poeta romántico español, reconocido como el mayor de todos ellos según tengo entendido, que cantó al pirata.
Era el libro un recopilatorio con sus poemas y obras: El Pelayo, El estudiante de Salamanca y El Diablo Mundo; les hablaré de éste último. El Diablo Mundo, incompleto por cierto, cuenta el renacer de un hombre viejo por un especie de pacto fáustico, por explicarlo fácilmente. Bajo esa introducción, Espronceda nos muestra su visión del mundo y sociedad de la época con los ojos del joven viejo, retratos a día de hoy todavía viables, mientras éste se adentra en ellos conociendo el amor, la traición, la incomprensión y demás compañeros habituales de tales hostales. La profundidad filosófica, tan esencial como primordial en la obra, no es especialmente sorprendente ni apabullante pero la rima, aun con ciertos momentos de cierta bajeza por necesidad meramente narrativa, en cuanto que resulta demasiado rápida o poco detallista, para ser una poesía romántica digo, llega, a mi gusto, a una altura digna de respetarse. Espero que con lo dicho, y el par de citas siguientes, no las mejores posibles lo reconozco, se atrevan con el Diablo Mundo:
“Y este fue entonces el dolor segundo,
y dejaremos ya de llevar cuenta,
que para algo Dios nos echa al mundo,
y la letra con sangre entre y se asienta;
y así la razón gana, así el profundo
juicio con la experiencia se alimenta,
y porque aprenda, el mundo así recibe
al que no sabe cómo en él si vive.”
“Tú, pobrecillo, reserva
lo que ahora vas a saber:
que en el mundo hay que aprender
a sentir crecer la hierba.
El que lo gana lo jama;
a buscársela, hijo mío,
a hacer tú mismo tu avío,
que el que no llora no mama.
Y tú, para ti has de hacer;
yo te pondré en buen camino:
hijo, si tienes buen sino,
pan te queda que roer.”
4 comentaris:
He de reconocer que nunca me ha llamado en especial la poesia, sin duda por que no habré encontrado todavía el autor o los versos adecuados. Por otro lado, bien es cierto que nunca es tarde, así que igual me plantao darle un tute a Espronceda
Si te dejas a la rima Quevedo te encantará.
Por alguna razón en espacial??
No desvelaré el misterio.
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