Woke up this morning
Acid House
La leyenda del indomable
La Leyenda del Indomable es una película (en color) de 1967 dirigida por Rosenberg Stuart y protagonizada por Paul Newman. Del director hay poco que decir, ya que no destacó por ninguna película a parte de esta en toda su carrera, ya que se centró más en el mundo de la televisión, en el que tampoco hizo gran cosa. Sin embargo Paul Newman es uno de los actores mejor valorados de la historia, aunque solo se llevó un Óscar, y no fue por la película de la que estamos hablando, sino por El Color del Dinero. "La leyenda del indomable" fue galardonada únicamente con el premio a mejor actor secundario, que se llevó George Kennedy (un eterno segundón que podemos ver en películas como "agárralo como puedas” o también en "los doce del patíbulo").
La película trata sobre Luke (Paul Newman) un veterano de guerra, que es encarcelado en una prisión de trabajos forzados por ser sorprendido talando contadores de aparcamiento cuando estaba ebrio. Allí conocerá un estilo de vida monótono y duro bajo la férrea disciplina de los guardianes de prisión.
Y todos pensáis: "la milla verde", "cadena perpetua", el típico drama carcelario. Pues no, señores míos, y la diferencia es fácil de comprender: al contrario que los protagonistas de estas películas Luke es bastante indiferente a su situación, y parece tomársela incluso a 'cachondeo'. A ratos es drama, a ratos es comedia, y desde luego es una interesante reflexión sobre lo que significa ser libre. Os invito a todos a que la veáis (los que lo hayan hecho pueden volver a hacerlo).
billie holiday- solitude y gloomy sunday
Os dejo con estos dos temas, con ese toque de dulzura y melancolía, que entre otros, hacen a esta artista indudablemente única.
para empezar gloomy sunday, una de mis letras favoritas, aunque por otro lado es la canción mas triste y depresiva que he escuchado nunca, espero que la disfrutéis
Sunday is gloomy, my hours are slumberless
Dearest, the shadows I live with are numberless
Little white flowers will never awaken you
Not where the black coach of sorrow has taken you
Angels have no thought of ever returning you
Would they be angry if I thought of joining you?
Gloomy Sunday
Gloomiest Sunday, with shadows I spend it all
My heart and I have decided to end it all
Soon there'll be candles
and prayers that are said, I know
But let them not weep,
let them know that I'm glad to go
Death is no dream, for in death I'm caressing you
With the last breath of my soul I'll be blessing you
Gloomy Sunday
Dreaming, I was only dreaming
I wake and I find you asleep
in the deep of my heart, here
Darling, I hope that my dream never haunted you
My heart is telling you how much I wanted you
El, lo, indie.
Quizá sea un reflejo, y por ende muestra, no tan adecuado como debería ser, pero lo es suficiente para el tema a tratar sin desentonar con el carácter de esta página.
Según la Wikipedia:
El término indie rock es usado para describir un subgénero derivado del movimiento de rock alternativo surgido en los Estados Unidos y el Reino Unido durante la década de 1980. El término indie proviene del inglés independent -independiente en español- y se refiere en general a cualquiera de los movimientos, panoramas, subculturas y atributos estilísticos y culturales, con un acercamiento autónomo y un nivel de planteamiento que se reduce al lema "hazlo tú mismo".
El término indie se suele usar incorrectamente, para referirse a un sonido nuevo presentado por un músico. Originalmente está ligado a las condiciones de producción y circulación de su obra, refiriéndose a aquellos músicos que producen su obra de manera independiente (palabra de donde deriva el término) y no a un género musical.
Pero esta definición sólo contempla el indie rock, veamos pues el indie pop según la misma fuente:
Indie pop o pop indie se refiere a la música indie basada en las convenciones de la música pop. Debido a que el término indie rock a veces engloba a toda la música indie en general, el indie pop puede ser considerado como un subgénero del indie rock. Otras veces los términos son utilizados para indicar una división entre pop y rock dentro de la escena indie. El indie pop es la música pop que se mueve fuera de los límites de la música pop convencional. Es a menudo lo-fi, o por lo menos "inusual".
No existe gran diferencia, por lo que la cita podría considerarse vana, pero debe hacerse.
Escapando, rehuyendo, no entremos en determinar los motivos, los cánones que un productor o compañía discográfica pudiesen pedir, la música indie se abrió, gracias a las nuevas tecnologías, que ofrecen sin pedir, al mundo entero. Pero qué podría esperarse de algo que ha sido rechazado. No obstante, se agradeció. Y su carácter maduro y novedoso, pasado únicamente por el filtro, propio del autor, de las influencias que pueda provocar una historia de la música, no digo académicamente ni mucho menos, ni pienso en buscarlas pues sería toda una aventura, con el que se presentó se ha perdido; lo más mágico se esfumó. Hoy la música indie es simplista con midas de grandezas, no demasiado lejana de ser nana, una canción de cuna. Quizá desde que quienes le dieron la espalda le dieron la bienvenida.
Tiene el género hoy un aspecto, un carácter más correctamente, reivindicativo, orgulloso y warholesco, si se me permite la expresión, alejado de la madurez individualista originaria, convirtiéndose en infante parricida. Lo que legó Warhol se ha unido con la adolescencia reivindicativa que cree tener razón sin tener razón ni reconocer la causa, dando lugar a considerarse verdadera, culta, profunda y reflexiva, entiéndanme bien el primer adjetivo, ya por sus oyentes ya por sus hacedores, una verdad popular populista; una difícil verdad.
Aún quedarán fieles a los padres, pero es cuestión de tiempo que la generación se imponga.
Frank Zappa - Hot Rats (1969)
Capítulo II: La Hora.
La lluvia comenzó a caer con más fuerza. Una elegante señora pasó por mi lado, arrebujándose en su abrigo y dejando tras de sí un olor a perfume que me recordó a Aurora. En la atmósfera se respiraba melancolía, mezclada con algún otro aroma que no supe discernir.
Sabía que ellos me estaban esperando, pero sentí la necesidad de llamar a Aurora. Pese a que se había marchado sin dejar más rastro que la fallida bala, en lo más profundo de mí tenía la esperanza de poder seguir contando con ella. Sólo ella sabía qué hacer en las situaciones más difíciles, cuando a mí me temblaban las rodillas. Maldita sea, tal y cómo me estaba sucediendo ahora. Pero tenía la orden, era la oportunidad ideal para dejar a un lado todo lo demás y centrarme única y exclusivamente en ello. Pero no podía.
Me decidí. Me dirigí a la cabina de teléfonos más cercana, y me dispuse a marcar su número, que todavía tenía grabado en la memoria, con la esperanza de que todavía lo conservara, y también con el temor de que no fuera así. Precisamente en ese momento, como si el destino hubiera leído mis pensamientos y temores y hubiera decidido intervenir, alguien descolgó. Una voz áspera y seca que conocía muy bien. Esperé en silencio.
- Ya sabes quién soy, ¿verdad?
No contesté.
- Vamos, sé que estás ahí. ¿A qué esperas? Ella no volverá. Ya no está para intervenir. Haz lo que debas hacer.
La rabia comenzó a invadirme, pero continué sin responder.
- Siempre igual. No cambiarás. Sabes que algún día volveremos a encontrarnos, y no estarás preparado si no te dignas a olvidar tu pasado, enfrentándote al presente.
La frialdad que rezumaba su voz me heló la sangre, mientras mi rabia se acrecentaba.
- Bien, tú sabrás. Ya te he advertido. No puedes posponer esto eternamente. Eres un cobarde.
Cortó la comunicación. Me di cuenta de que continuaba mirando la luz de la habitación, mientras la lluvia me empapaba más y más. Decidí que él tenía razón. Era la hora. Limpié el agua del sombrero, lo revestí y subí las escaleras.
San Francisco.
San Francisco de Scott McKenzie, único éxito de su carrera y aún así reconocido por la historia, fue publicada en 1967, el Verano del amor, escrita y producida, por cierto, por “Papa” John Phillips, líder de The Mamas & the Papas. San Francisco se convirtió en todo un himno de la famosa revolución hippie, cuya capital era la misma San Francisco.
Dice algo así:
If you're goin' to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you're goin' to San Francisco
You're gonna meet some gentle people there
For those who come to San Francisco
Summertime will be a love-in there
In the streets of San Francisco
Gentle people with flowers in their hair
All across the nation
Such a strange vibration
People in motion
There's a whole generation
With a new explanation
People in motion, people in motion
For those who come to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you come to San Francisco
Summertime will be a love-in there.
Les dejo en esta ocasión con un video en el que pueden verle junto a otros iconos de la época y así puedan hacer una idea, más aproximada, de las sincronización de la canción con la época.
Ese Mágico Secundario
Six Feet Under
Creada, escrita y, a veces, dirigida por Allan Ball, guionista galardonado con el Óscar por el guión de la película "American Beauty", "Six feet Under (A dos metros bajo tierra en España), nos narra la vida de la particular familia Fisher, una disfuncional familia californiana que sale adelante gracias al negocio familiar: Una funeraria.
Blancos, con chandal, pero con guitarras y bajo!
La letra con sangre entra.
Sentí curiosidad por aquello de que la letra con sangre entra cuando leí a Espronceda, si la memoria no falla es una de las citas que haré en su momento. Quise saber si era ya, en su época, frase común o de propia invención, a decir verdad no lo descubrí con certeza, sé que ya apareció en el Quijote por lo que no era de propia invención, quizá fuera de la invención de Cervantes, cosa por la que me inclino, pero en mitad del camino encontré un cuadro de Goya que me dejo incluso mejor sabor de boca.
La letra con sangre entra o Escena de escuela, pintado por Goya entre 1780 y 1785, retratando la educación de la época, actualmente en el museo de Zaragoza, no es un cuadro, digamos, brillante, pero el detalle de los objetos incluidos, como el perro o la vestimenta, más el tratamiento de la luz para destacar el protagonismo de la escena hacen que le sienta, ciertamente, cariño.
Avex Official Orgel Collection.
Ayumi Hamasaki no es una de las cantantes que más me agraden, pero tampoco es del otro bando, está justamente en ese limbo extraño entre el agrado y el desagrado, quizá sea víctima del encanto del famoso J-Pop. Hasta que no escuché este disco, no acabé de cogerle gusto, no obstante, un par de reproducciones posteriores hicieron volver el río a su cauce, sobre todo al descubrir que Avex Official Orgel Collection, el disco en concreto, publicado en 2003, no es sino una recopilación de las canciones de la cantante japonesa interpretadas única y exclusivamente instrumentalmente.
El disco creo que es la perfecta ejemplificación del gusto tan extraño que siento por la cantante, una música como de cuentos de hadas, algo así como Amélie, tanto en película como música me refiero, pero eso sí con más electricidad, por llamarlo de algún modo; y es que no hay que olvidarlo, pese al tan continuo como repetitivo patrón de música, cuesta diferenciar una canción de otra, no deja de ser pop, y lo popular, es lo popular.
Les recomiendo, por recomendar alguna, la canción Who… Yo no puede colgarla, ni la encuentro de ningún otro modo, eso sí, el disco puede descargarse fácilmente con San Google.
Capítulo I: Aurora.
Cenizas en danza y la esperanza en carnaza con una mirada de terneza macabra, nada más dejó Aurora, aparte de una bala en el hombro. Aún no sé cómo pudo fallar a esa distancia, no sé siquiera por qué falló. Ella era la mejor espía con la que había trabajado, hasta entonces. Ahora Aurora me daba hora para disparar.
Me vestía el sombrero cuando oí a Malone derrapar sobre el asfalto mojado. No me molesté en despedirme de Clarisse, cuando nos casamos le advertí del futuro. Entre la parroquia vecinal no se hacen cosas como esas y al cerrar la puerta todo quedó dicho.
Para gente como yo era la peor hora posible, y solemos esperarla todos los días con la calma de la tristeza y la ansiedad del deseo. Sin demasiada prisa me acerqué a Malone.
— Llegas tarde.
— Ya lo sé, ya lo sé. Toma, ahí están las órdenes. ¿Necesitas algo más?
— Sólo la orden.
— Esto te viene grande. Déjaselo a otro, lo comprenderán. Yo mismo lo haré.
— Hasta la próxima Malone.
Me entregó el sobre con la dirección apuntada en letra clara con tinta azul algo corrida por la lluvia y se fue en la dirección contraria mientras yo guardaba la carta en el bolsillo interior izquierdo de la gabardina.
Desgraciado Malone, ella es mía, mía, solamente mía. ¿Qué iba a hacer contra ella? No tiene ninguna posibilidad, no tiene nada que hacer allí. Yo ahora tengo una orden, ni sentidos ni razones ni causas ni sentimientos, una orden, es lo único que necesito, una orden que ya es mía.
Me paré en la esquina de la Décima con la Octava, junto a la farola, con la cabeza levantada veía la luz que salía de la habitación mientras la lluvia se colaba por debajo del sombrero. Ellos estaban esperándome, Malone había hecho su trabajo, Clarisse dormía, y yo tenía que llamar a Aurora.
Me pregunté… me pregunté en qué estaría pensando.